Detrás de un gran hombre, hay una gran mujer.
En este día, como todos los 17 de Agosto, se conmemora la muerte del Padre de la Patria, Gral. José de San Martín. Sería reiterativo ennumerar las virtudes que adornaron a este gran patriota libertador América, su vida austera, su compromiso con la libertad, su valor, su lealtad a la independencia, y su generosidad y humildad.
Pero dicen que detrás de un gran hombre, hay una gran mujer.
Es por eso que se hace necesario también, recordar la figura de su esposa María de los Remedios de Escalada, quién lo acompañó y abrazó la causa de la Independencia Americana, trabajando con pasión y austeridad para lograr los objetivos libertarios del Gral. San Martín.
María de los Remedios de Escalada, mejor conocida como Remedios de Escalada, nació en Buenos Aires el 20 de Noviembre de 1797, hija de Doña Tomasa de la Quintana y de Don Antonio José de Escalada. Fué criada en una familia de la alta sociedad porteña, de gran prestigio social y solvencia económica. El hogar de los Escalada, fué luego de la Revolución de Mayo centro de reuniones de los patriotas.
Contrajo matrimonio con el Gral. San Martín, el 12 de Noviembre de 1812, tras un corto noviazgo; permaneciendo en casa de su familia debido a los deberes militares de su esposo. La ceremonia, íntima y sencilla tuvo como testigos, entre otros, a Carlos María de Alvear y a su esposa, Carmen Quintanilla.
A fines del año 1814, y siendo San Martín Gobernador de Cuyo, se traslada a Mendoza para reunirse con él, incorporándose a la sociedad local y colaborando en las tareas de organización del Ejército de los Andes. Para contribuir al equipamiento de las fuerzas, Remedios promueve la entrega de sus joyas personales, gesto que acompañaron las demás damas mendocinas el 10 de Octubre de 1815.
El 16 de Agosto de 1816, nace su única hija y futura compañera del padre expatriado, Mercedes Tomasa, durante la época que ella define como la más feliz de su vida. En la Navidad del mismo año, reunidos en el hogar de los Ferrari, San Martín comenta la necesidad de dotar al Ejército de una Bandera. Inmediatamente Remedios junto con sus amigas y en muy pocos días confeccionan la Bandera que ondearía orgullosamente al frente del Ejército.
El Gral. San Martín parte hacia Chile, provocándole a Remedios gran angustia que junto a su delicad salud quebrada por la tuberculosis, la obliga a regresar nuevamente a la casa de sus padres en Buenos Aires, partiendo el 24 de Marzo de 1819. Era de tal gravedad su estado que se dispuso llevar un ataúd durante el viaje, por si fallecía en el camino. Manuel Belgrano ordenó custodiarla en el trayecto y José María Paz, encabezó una escolta que la acompañó hasta Rosario, para protegerla de las bandas que asolaban la zona.
Enferma de gravedad, fué llevada a una quinta de la calle Caseros y Monasterio. Lejos de San Martín cuya presencia solicitó hasta su último instante, fallece el 3 de Agosto de 1823. El Gral San Martín sólo pudo acudir meses más tarde de su muerte, disponiendo la construcción de un mausoleo en mármol, en el Cementerio del Norte (Recoleta) donde descansan sus restos. En este mausoleo puede verse una lápida que dice: " Aquí descansa Remedios Escalada, esposa y amiga del General San Martín"
Fuentes consultadas: Diccionario Biográfico de Mujeres Argentinas, de Lily Sosa de Newton. Editorial Plus Ultra
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