EL VOTO FEMENINO, una conquista de las ciudadanas.
Uno de los principales derechos de los ciudadanos, es el voto. La inclusión de la mujer en este acto democrático y político, pone a las mujeres en igualdad de oportunidades para elegir y ser elegidas, con los varones. Es un acto cívico, obligatorio y secreto. Pero esa misma obligatoriedad hace prevalecer el derecho a poder cuestionar y reclamar a los que alcanzan ser elegidos para representarnos en cualquier cargo público. de exigir que lo hagan con honestidad, responsabilidad y voluntad de servicio hacia el pueblo. Así como cumplimos con la obligación de votar, ese mismo acto nos concede el derecho a exigir que las promesas electorales, sean efectivamente realizadas.
El funcionario público debe estar al servicio del pueblo, y debe actuar de manera transparente y funcional a las demandas y necesidades del pueblo. si así no lo hiciera, debemos hacer valer nuestros derechos de ciudadanas para demandar y cuestionar al funcionario mentiroso y corrupto.
El NO INVOLUCRARNOS, nos convierte en CÓMPLICES DEL ENVILECIMIENTO, porque al no ejercer nuestros derechos de ciudadanas que se sustenta en el bienestar de la sociedad, ADMITIMOS Y AVALAMOS el mal desempeño de nuestros representantes; porque independientemente de la ideología partidaria del funcionario, una vez elegido y asumido en su función, su trabajo y su responsabilidad es para TODO EL PUEBLO SIN DISTINCIÓN DE DOCTRINA PARTIDARIA.
¡Recordemos! una de nuestras mayores herramientas de poder ciudadano ES EL VOTO. ¡Sepamos usarlo! Nuestro compromiso debe ser efectivo:
NO a los dañinos gobernantes que usan su calidad de tal en beneficio propio y nó para el pueblo!!!!!
NO a ¡que se vayan todos! ! ! ! !
SI a que todos cumplan con lo que prometieron ! ! ! !
SI a que dejen su cargo los corruptos ! ! ! !
SI a el rechazo de los inmorales ! ! ! !
No tengamos reparo en hacer uso de nuestros derechos de ciudadanas y tengamos en cuenta que LA UNION HACE LA FUERZA ! ! ! !
Cuándo dejemos de vivir en la individualidad, y empecemos a ver las realidades y necesidades de los otros, que quizá no sean las nuestras, pero que forman parte de nuestra sociedad, nacerá una nueva perspectiva de ciudadanía que nos llevará sin duda, a poder empezar todas/os juntas/os, a reconstruir el tejido social actualmente fragmentado, para lograr vivir sin discriminación, exclusión y violencia. Susana Giosa