Enfermedad cardiovascular, principal causa de muerte en las mujeres.
Cuando se habla de salud de las mujeres, la relación inmediata es con su aparato reproductivo. De hecho, hasta se ofrecen seguros para ellas para protegerse en casos de cáncer de mama o de útero. Sin embargo, una de cada tres muere por enfermedades cardiovasculares (mientras que una de cada cinco fallece por causas relacionadas con esos cánceres). El corazón de las mujeres no se hiere solo por amor, como indica el imaginario popular, también por enfermedades que se pueden asociar a la exigencia cotidiana de convertirse en super mujeres, a la falta de entrenamiento de profesionales de la salud para escuchar sus síntomas y al cuidado que ellas suelen prodigar a los demás en desmedro de su propia salud.
La palabra corazón está casi siempre asociada a los sentimientos cuando se habla de mujeres, pero si se trata de varones tiene que ver son la salud. Esa diferencia inscripta en el imaginario popular, oculta que la enfermedad cardiovascular es la principal causa de muerte también para las mujeres. "La falta de conciencia de que la enfermedad cardiovascular es un problema de salud importante de las mujeres se traduce en que tomen menos medidas preventivas", Expresó la cardióloga Florencia Rolandi, directora del programa creado en conjunto por la Fundación Cardiológica Argentina y la Sociedad Argentina de Cardiología. "En general las mujeres son corajudas para enfrentar y prevenir enfermedades, sólo que no conocen los riesgos. Por eso, no consultan por su corazón, pero sí acompañan a maridos, padres y hombres de la familia a ver cardiólogos". Por eso, el año pasado, el programa lanzó la campaña: "El corazón de una mujer puede romperse en serio".
Ese "en serio" se ancal en el prejuicio que indica que el corazón de las mujeres sólo se rompe "por amor". El prejuicio está presente en médicos y médicas, que difícilmente están lo suficientemente atentos a los síntomas de enfermedad cardiovascular en las mujeres. En la enfermedad cardiovascular, el factor subjetivo es escencial. Pero esa idea del hombre omnipotente y ambicioso que se infarta en medio de la carrera por el éxito no puede extenderse sin más a las mujeres. Si una mujer se enferma del corazón, es más probable que esté haciéndose cargo de todo lo que la rodea y todos los que quiere. Que crea que puede ocupar más de 24 horas al día en lograr que todo salga a la perfección, desde las tareas de sus hijos en la escuela hasta la cena íntima con su marido y, por supuesto su trabajo. ASÍ NO HAY CORAZÓN QUE AGUANTE ! ! !
Fuente consultada: EL COSTO DEL CORAJE - SONIA TESSA - Suplemento Las12 - Página 12 - 06/08/10