Perú: desciende la igualdad de género.

Mientras la ciudad de Lima se prepara para tener una alcaldesa después de 48 años, lo que significa un reconocimiento al empoderamiento de la mujer peruana en la política, en otros aspectos —como economía, educación y salud— la igualdad de género va en retroceso.

Así se deduce del reciente Índice de Diferencias de Sexo, del Foro Económico Mundial presentado en Nueva York el 12 de octubre, según el cual Perú descendió del puesto 44 que ostentó en 2009 al número 60, el mismo lugar que ocupaba en 2006.

El mejor desempeño en condiciones de igualdad lo obtuvo en participación política, donde califica en el puesto 37 de un total de 134 países. En cambio, en participación económica y oportunidades ocupa el puesto 81; en logros educativos el 89 y en salud y sobrevivencia, el 107.

La noticia fue recibida con escepticismo por los políticos y el público, especialmente de la capital, quienes se niegan a creer que en un año se puedan perder 16 puestos. Las redes sociales, blogs y foros virtuales de los medios de comunicación se vieron inundados de comentarios que ponían en duda la veracidad de los datos.

"Es una reacción bastante normal para el público limeño, que acaba de salir de un proceso electoral muy polarizado entre dos mujeres que postulan a la alcaldía y donde aún no existe una ganadora oficial. Si a eso se le suma la versión tergiversada de la realidad peruana que se tiene desde Lima, no asombra que mujeres y hombres se resistan a creer que andamos mal en cuanto a igualdad de géneros", dijo la socióloga Beatriz Martínez.

Con una maestría en gestión pública y gran experiencia en el empleo de metodologías participativas en comunidades de base de Lima y del interior, Martínez dice que basta con salir unos cuantos kilómetros fuera de la capital para darse cuenta que ni siquiera en participación política existe igualdad.

"La forma de hacer política es diferente entre mujeres y hombres y eso se refleja también el acercamiento a la gente, en las propuestas y campañas. Es saludable que cada vez más mujeres se integren a la política, a los puestos públicos, pero la igualdad no es sólo cuestión de cantidad, es tener otra percepción, otro enfoque de servicio público", señala.

Aunque no lo señala explícitamente, la entrevistada se refiere también a la reciente campaña para la alcaldía de Lima, que enfrentó a dos mujeres: Lourdes Flores Nano, de tendencia social cristiana y vinculada con los sectores de derecha, y Susana Villarán, reconocida izquierdista que lideró una alianza de diversas tendencias y que según todos los indicios sería la ganadora.

Sin embargo, la campaña no estuvo exenta de una terrible guerra sucia, donde abundaron las acusaciones, las medias verdades y un enfrentamiento azuzado muchas veces por los medios de comunicación, donde las propuestas fueron dejadas de lado, lo que para muchos fue la prueba de que las mujeres que se comprometen en la lucha política terminan adoptando comportamientos típicamente masculinos para hacerse respetar.

"Y si así estamos en política, imaginemos cómo será en salud y sobrevivencia, por ejemplo, donde las mujeres y los niños llevan la peor parte, nadie les hace caso, no es de extrañar que estemos entre los últimos lugares (de la lista)", añadió.

Poco avance en América Latina

En términos generales, la región de América Latina muestra muy pocos progresos en cuanto a igualdad de género en esta última versión del ranking mundial, que sigue liderado por los países nórdicos: Islandia, Noruega, Finlandia y Suecia, por ser los que más han trabajado para lograr la paridad entre hombres y mujeres en todos los campos. Por ejemplo, las mujeres de Islandia gozan en promedio de 85 por ciento de las mismas oportunidades concedidas a los hombres en economía, salud, política y educación.

No obstante, el informe advierte que ningún país del mundo ha logrado la plena igualdad entre hombres y mujeres y que las mujeres de Turquía, Pakistán y Yemen confrontan los mayores problemas de discriminación. A la zaga continúan los estados árabes, con Yemén ocupando el último lugar. El país africano mejor ubicado es Lesotho, en el puesto ocho.

"Este tema no es sólo un problema de igualdad, sino que las mujeres también son necesarias para resolver problemas como la crisis económica y el cambio climático", precisa el informe del Foro Económico Mundial.

En América Latina, Trinidad y Tobago y Cuba son las dos naciones de la región que ocupan las mejores posiciones: 21 y 24 respectivamente, en tanto que Guatemala ostenta el último lugar entre los latinoamericanos: el puesto 109.

De acuerdo con el informe, en esta región Paraguay fue el país que ha obtenido el cambio más notable en cuanto a mejorar la participación femenina, al escalar 31 lugares, desde la posición 100 que ocupó hace dos años, hasta la 69 en la actualidad.

"…Se debe parcialmente al incremento en el número de mujeres en el Parlamento (del 10 al 13 por ciento) y a la actualización de los indicadores profesionales y técnicos que, de este modo, proveen un cuadro más exacto de la igualdad de género en Paraguay este año", señala el documento.

También resalta el caso de Argentina, donde a pesar de estar gobernado por una mujer, ha sufrido una pérdida de representación femenina en la economía y el poder político, que lo ha llevado a perder cinco puestos en comparación con el ranking de 2009.

Para el Foro, las debilidades que confrontan las mujeres argentinas siguen siendo los menores salarios en relación con los varones y la menor representación en el mercado laboral y puestos de dirección. En tanto, Chile subió 16 puestos debido básicamente al empoderamiento de las mujeres en la política y un mejor balance en el sector educativo.

La ubicación de los demás países de la región es: Costa Rica (28), Argentina (29), Nicaragua (30), Panamá (39), Ecuador (40), Chile (48), Honduras (54), Colombia (55), Uruguay (59), Perú (60), Venezuela (64) y Paraguay (69), República Dominicana (73), Bolivia (79), Brasil (85), El Salvador (90) y México (91).

Fuente: AmecoPress/SEMlac - Lima - ZORAIDA PORTILLO - 27/10/10