Prostitución Infantil.

Publicado en por Los Derechos de las Mujeres

La prostitución infantil puede parecer un problema lejano, pero es la dura realidad, y un gravísimo problema social que no se ha conseguido erradicar.

Prostitución infantil en cifras

La prostitución infantil es un mal presente en todo el mundo que, desgraciadamente. va en aumento según la Organización de las Naciones Unidas, ONU.
Las cifras a pesar de ser frías e impersonales, permiten ofrecer una imagen global del tema al que se enfrentan las sociedades actuales.

No se dispone de cifras exactas sobre la prostitución infantil ya que las fuentes son tan clandestinas como las mismas prácticas. De lo que no hay duda es que los números son elevados, sobre todo teniendo cuenta el notable incremento de la prostitución infantil y juvenil de menores de ambos sexos.

De acuerdo a un informe de la ONU, Argentina, Brasil, Chile, Cuba y, Sri Lanka figuran en la lista de los países con mayor explotación sexual de niños en el mundo. Sin embargo, el carácter clandestino de este trabajo, el rechazo social, el ocultamiento y la negación de los "clientes" de sexo previo pago y de quienes dirigen el negocio o lo protegen, no permiten aproximaciones de carácter cuantitativo.
En Tailandia la situación afecta a 80.000 menores, de las cuales 60.000 no alcanzan los 13 años de edad. En Indonesia el 20% de las mujeres explotadas sexualmente son menores de edad.

En las grandes superpotencias mundiales como Estados Unidos y Canadá se prostituye en la actualidad cerca de 100.000 menores (20.000 en la ciudad de Nueva York) Al menos otros 100.000 son explotados en la industria de la pornografía infantil.

La mayoría de los niños y niñas explotados termina muriendo de SIDA, tuberculosis u otras enfermedades como consecuencia de las relaciones sexuales que son obligados a mantener.

La cruda realidad es que el negocio de la prostitución infantil mueve cifras millonarias y funciona tanto en lugares exclusivos con gente de alto poder adquisitivo y turistas extranjeros como en las estaciones de tren, donde adultos demandan sexo a niños de solo 10 años, varones o mujeres, a cambio de unas monedas o un plato de comida. No se trata sólo de niñas de clases sociales bajas, están presentes todos los sectores de la sociedad y, parece que todos tienen en común una debilidad anímica a partir de problemas familiares.

¿Cómo ingresan en la prostitución?

La prostitución infantil es cada vez más frecuente. Los números y los casos se multiplican apoyados en el eco de los medios de comunicación y de una sociedad más abierta.

Cada año, según datos de UNICEF, un millón de niños y jóvenes, fundamentalmente niñas, en todo el mundo ingresa en el mercado de la prostitución infantil. Llegan siempre a ese extremo empujados por adultos. Generalmente son introducidos por otras prostitutas adultas que se aprovechan de la pobreza en la que viven estos niños y de las privaciones económicas que padecen.

Estas mujeres están encargadas de captar menores. Para eso, los buscan en los cinturones periféricos y en las zonas marginales de las grandes ciudades o en el interior de los países donde la miseria suele ser aún mayor que en las capitales.

Una vez que se ganan la confianza de los chicos, les prometen mejores condiciones de vida, trabajo y ayuda. Pero en realidad terminan un establecimiento de la red donde caen en manos de un proxeneta. La industria del sexo recluta a niñas cada vez más jóvenes como resultado de la creencia equivocada de que éstas tienen pocas posibilidades de estar infectadas con el VIH/SIDA.

Estas organizaciones están formadas por intermediarios, traficantes y clientes, especialmente hombres, que ejercen este cruel comercio, el turismo sexual y la pornografía infantil.

Las consecuencias

Los niños obligados a prostituirse viven un calvario sin fin. El maltrato y el abuso a los que son sometidos dejan secuelas de por vida, que van desde la depresión y el stress hasta intentos de suicidio y desórdenes de personalidad. También deben enfrentarse con el sida, las enfermedades de transmisión sexual y abortos por embarazos no deseados que ponen en peligro sus vidas.

La prostitución infantil debe ser considerada como un acto de violencia, aunque se produzca de tal modo que no haya agresión física, siempre hay agresión psicológica.

Ley contra la prostitución infantil

Entro en vigencia en enero de 2002 y, es a partir de esa fecha que los Estados firmantes deberán poner en práctica todas las medidas necesarias para erradicar la prostitución infantil e incluirla en la categoría de delitos. El tratado establece que la explotación sexual infantil es un crimen extraditable.

En España son desarticuladas redes de prostitución infantil todos los años, a quienes además se les incautan miles de fotografías y vídeos de menores.

A principios de 1996 el Director General de Protección Jurídica del Menor del Ministerio de Asuntos Sociales reconocían ante los medios de comunicación la existencia en nuestro país de mafias dedicadas al tráfico de menores. Además de niños y niñas españoles, en la Península se compran y venden fundamentalmente menores portugueses, dominicanos, marroquíes y procedentes de países del Este de Europa.

El motor principal de la prostitución infantil en muchas zonas es el turismo sexual. Sus practicantes son también los mayores consumidores de pornografía infantil, y proceden fundamentalmente de Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Australia y Japón.

Después de la última reforma del Código Penal aprobada hace dos años en el Parlamento español, el turismo sexual queda penado, y se han establecido penas de prisión para los españoles que abusen de niños prostituidos en otros países. Así mismo se retoma el delito de corrupción de menores y se establecen condenas mayores para los proxenetas de niños.

La prostitución infantil es un tema que no siempre se quiere ver, sobre el que cuesta empezar a hablar y sobre el que muchos prefieren no escuchar. Hoy este tipo de explotación se ha vuelto un modo de vida que se explica por la pobreza que existe en algunas regiones, la decadencia de la familia como institución, la falta de acceso a la educación y de fuentes alternativas de ingreso para los padres.

Creando y potenciando herramientas informáticas, se facilitará la denuncia de delitos relacionados con la pornografía infantil en Internet.

Aunando los esfuerzos de los diferentes sectores de la sociedad,mediante programas de voluntariado y acuerdos con instituciones, empresas y ONGs, podemos salvar la vida de muchos niños en todo el mundo.

 

Fuente: enbuenasmanos.com - BEATRIZ LORES *Bióloga - Noviembre 2011 -

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