EE.UU: Financistas y el Tráfico Sexual.,

Publicado en por Los Derechos de las Mujeres

El foro más grande para el tráfico sexual de muchachas menores de edad en los Estados Unidos parece ser un Web site llamado Backpage.com. Este emporio de muchachas y mujeres —algunas menores de edad o forzadas a ejercer la prostitución— es a su vez poseído por una opaca compañía privada llamada Village Voice Media. Hasta ahora era incierto quienes eran los verdaderos dueños.
 

El misterio está resuelto. Los dueños resultan incluir a financistas privados de acciones de valor residual, incluyendo a Goldman Sachs con un 16 por ciento de la propiedad.
Goldman Sachs estaba mortificado cuando la semana pasada comencé a investigar sobre su propiedad en el principal Web site de anuncios de prostitución en los Estados Unidos. Y comenzó a trabajar frenéticamente para deshacerse de su parte, y en la tarde del viernes llamaron para decir que acababan de firmar un acuerdo para vender su parte.
“No tenemos ninguna influencia sobre operaciones”, me dijo Andrea Raphael, una portavoz de Goldman Sachs.
Regresemos por un momento a la página web en cuestión. No hay duda que muchos anuncios de acompañantes en Backpage son colocados por adultos con su consentimiento. Pero está igualmente claro que Backpage juega un rol importante en el tráfico de menores de edad o mujeres quienes son coaccionadas. En un caso reciente en New York City, los fiscales dicen que una niña de 15 años fue narcotizada, amarrada, violada y vendida a través de Backpage y otros sitios.
Backpage tiene el 70 por ciento del mercado de anuncios de prostitución, según AIM Group, una organización comercial.
Village Voice Media hace un cierto esfuerzo para dejar por fuera los anuncios colocados por los traficantes y alertar a las autoridades sobre abusos, pero ni las autoridades policiales ni las organizaciones anti-traficantes están satisfechos. Consecuentemente, la presión está creciendo para que la compañía no publique los anuncios de acompañantes.
Después de mi última columna pasada sobre este tema, 19 senadores de los EE.UU. escribieron a la compañía, pidiéndole que dejen de apoyar a los traficantes. El jueves, personas que hacen campaña contra el tráfico protestaron fuera de las oficinas del periódico Village Voice (que es de propiedad de Village Voice Media). Una petición en Change.org, que criticaba a compañía, ha recolectado 220.000 firmas.
En el estado de Washington, el gobernador firmó una ley el jueves (29 de marzo del 2012) que podría exponer a Backpage a sanciones criminales si anuncia a muchachas menores de edad para sexo sin verificar sus edades. (Hay una cierta incertidumbre sobre la constitucionalidad de la ley.)

 

Quienes están detrás
Village Voice Media han podido resistir la presión en parte porque, como una compañía privada, no revela quiénes son sus dueños. Pero yo he obtenido documentos que, con cierta investigación, dan luz sobre quien o quienes están detrás.
Los dos dueños más grandes son Jim Larkin y Michael Lacey, los encargados de la compañía, y ellos al parecer son propietarios de alrededor de la mitad de las acciones. El más conocido de los otros dueños es Goldman Sachs, que invirtieron en la compañía en el 2000 (antes de que Backpage se convirtiera en una parte de Village Voice Media en una fusión en el 2006).
Un director administrativo de Goldman Sachs, Scott L. Lebovitz, estuvo sentado por muchos años en la junta de Village Voice Media. Goldman dice que él se salió de la junta a principios del 2010.
Seamos claros: esto es una minúscula inversión de una compañía enorme, y no tengo ninguna razón para pensar que los altos ejecutivos de Goldman sabían de su conexión con el tráfico de sexo. Goldman se enorgullece así mismo sobre su trabajo en el género: su iniciativa de 10.000 Women hace un espléndido trabajo apoyando a mujeres empresarias alrededor del globo. Una revelación: La fundación de Goldman fue uno de los 15 proveedores de fondos de la versión de un documental para la televisión pública de un libro que mi esposa y yo escribimos sobre las mujeres del mundo.

 

Ningún dueño se sintió inconforme
Dicho esto, por más de seis años Goldman mantuvo una porción significativa (de acciones) en una compañía notoria por sus lazos con el tráfico sexual, y se sentó en la Junta de la compañía por cuatro de esos años. No hay indicios de que Goldman o cualquier persona utilizó la propiedad de las acciones para urgir a Village Voice Media de descartar los anuncios de acompañantes o verificar sus edades. Elizabeth L. McDougall, la consejera principal para Village Voice Media, me dijo el viernes que ella “no conocía de alguna disensión” de los dueños.
Varias compañías financieras menos conocidas también tienen porciones significativas de acciones en Village Voice Media, y una persona cercana a la compañía dice que hay alrededor de una docena de sueños en total. Uno es Trimaran, una compañía de inversiones en Nueva York. No revelaron la porción de sus acciones pero me dijeron que no tenían “ninguna influencia” en la gerencia y ahora están intentando vender su parte.
Dos otras compañías, Alta Communications y Brynwood Partners, no respondieron a mis repetidas preguntas sobre sus lazos con Village Voice Media (Brynwood puede ser encargado de los activos más que un dueño). Uno piensa: Si los accionistas minoritarios, Goldman incluido, hubieran trabajado juntos en vez de apresurarse en vender sus partes, ellos pudieron haber ejercido presión sobre Village Voice Media para que no publique los anuncios de acompañantes.
No hay soluciones fáciles para el tráfico sexual. Pienso que el paso más importante es que los fiscales se centren más en los padrotes y proxenetas. El cierre de los principales Web site usados por los traficantes complicaría sus vidas, y después de muchos años en que las muchachas han sido traficadas en estos sitios, es hora de hacer responsables a sus dueños.

Texto original: http://www.nytimes.com/2012/04/01/opinion/sunday/kristof-financers-and-sex-trafficking.html?_r=2&hp
Traducción: A. Mondragón

Artículo publicado por: La Tribuna Hispana USA - Nicholas D. Kristof (New York Times) - 03/04/12 -

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