Guatemala: Las Mujeres siguen muriendo.

Publicado en por Los Derechos de las Mujeres

Nada ha cambiado: en 2000, el informe "Línea basal de Mortalidad Materno Infantil" aseguraba que más de la mitad de las muertes maternas en Guatemala se debía a sangrado excesivo, infecciones, hipertensión inducida por el embarazo y abortos inseguros, y que la mayoría de las muertes por gestación ocurrían en el hogar.

Una década después, el documento no ha perdido vigencia. En esta nación centroamericana, la maternidad sigue siendo sinónimo de temor, de incertidumbre, de muerte.

Aquí las mujeres gestan al filo de la muerte, y las hemorragias, las infecciones y el aborto persisten como las tres grandes causantes que arrebatan la vida a por lo menos 153 madres por cada 100.000 niños nacidos vivos.

El Observatorio de Salud Reproductiva (OSAR), creado para monitorear los principales lugares del país donde hay más muertes por embarazos, da cuenta de que 52 por ciento de las muertes maternas sucede el mismo día del parto y que todavía hay lugares donde dejan de existir 266 mujeres por complicaciones en el parto.

Silvia Palma, viceministra de Salud, admite que todavía, entre las causas principales, la hemorragia arrebata el último halo de vida a 53 por ciento de las gestantes y las infecciones interrumpen la existencia de 14 por ciento de estas víctimas.

Palma ve en la edad otro factor que, más recientemente, contribuye a la mortalidad materno-infantil. Y lo ejemplifica con datos: el año pasado fueron atendidos 45.000 partos a mujeres entre los 10 y 16 años, algo que considera alarmante porque los cuerpos no están preparados para dar a luz a esa edad.

Añadió que hace unos años se inició la capacitación de las comadronas, pues 43 por ciento de las mujeres que fallecieron fueron atendidas por las parteras.

 

Esa preparación consiste en información acerca de cómo detectar, durante el embarazo, las señales de edema en manos y cara, hemorragia, feto en mala posición, ruptura prematura de membranas, trabajo de parto prematuro y cesárea previa, así como aprender qué hacer en el caso de un parto prolongado, dolor de estómago y flujo con mal olor en el posparto.

"Las cifras nos muestran el perfil de la mortalidad materno infantil como un asunto de emergencia", asegura Edwin Rodríguez, asesor del área de salud sexual y reproductiva del Hospital Rooseevelt, mientras Wagner Figueroa, médico de la asociación de Ginecología y Obstetricia, añade que los nacimientos también son constantes en madres que han traspasado los 45 años de edad, lo que igualmente implica un gran riesgo.

El informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) destaca que, después de Haití y Guyana, Guatemala es el tercer país donde más mujeres mueren al tratar de dar a luz.

En la búsqueda de una respuesta más acertada al problema, el ministro de Salud Pública y Asistencia Social, Ludwin Ovalle, ve en la educación un factor determinante que ocasiona la mortalidad materno-infantil.

Ovalle se refiere, principalmente, a las mujeres descendientes mayas, que conforman 60 por ciento de los 14 millones de habitantes. Por cada 10 hombres, solo dos mujeres indígenas acuden a las escuelas y aún así no terminan la primaria.

Eso las predispone a iniciar relaciones sexuales a temprana edad, a que ocurra la primera unión y, con ello, el nacimiento del primer hijo, antes de los 17 años, dice Ovalle.

Pero Carmen Cáceres, de Convergencia de Mujeres, llama a ello opresión, porque -según dice-todavía hay lugares en el país, en el área indígena, donde las guatemaltecas no tienen voz ni voto en la vida sexual y reproductiva, y para que ellas reciban uno de los métodos anticonceptivos deben llevar un documento de autorización del esposo.

La tasa de mortalidad materna para este grupo es de 211 muertes por cada 100.000 nacimientos, índice que en el grupo no indígena es de 70 por cada 100.000 nacimientos, según el informe Línea Basal de Mortalidad Materna.

De ahí que, también, el estudio "Estado de las Madres del Mundo en 2010", presentado por Save The Children, describa una Guatemala donde tener hijos es poner en riesgo la vida.

De acuerdo con los datos considerados en ese análisis, una de cada 71 mujeres en esta nación podría morir en el parto. El nivel de atención calificada también es bajo, porque solamente 41 por ciento de las embarazadas es atendida en centros de salud, indica Amílcar Ordoñez, director del organismo para Guatemala.

En la lista, que incluye a 43 países desarrollados y 117 en desarrollo, la organización tuvo en consideración aspectos relacionados con niveles educacionales, políticos, económicos y de salud de las madres.

El ministro Ovalle reconoce que en Guatemala solo cuatro de cada 10 nacimientos son atendidos por médicos y enfermeras, y esas mujeres que llegan a los hospitales son las que tienen un nivel educativo de secundaria. Agrega que sólo 21,8 por ciento de las mujeres sin educación acudió al médico a recibir asistencia durante su embarazo, el restante 62,2 por ciento buscó a las comadronas.

Mirna Montenegro, presidenta de la Asociación Guatemalteca de Mujeres Médicas, expresa que, pese a los avances en materia legal, el país presenta una de las tasas de fecundidad más alta en Centroamérica y una de las mayores de toda Latinoamérica.

 

En 2002, el tamaño promedio de la familia para Centroamérica bajó significativamente a 2,9 hijos por mujer en toda su vida, pero en el caso de Guatemala este promedio fue de 4,4 hijos por mujer, para ese mismo año.

Las indígenas tienen un tamaño promedio de familia significativamente más grande: 6,1 hijos, en comparación a las no indígenas, que es de 3,7 hijos, destaca la doctora.

Según reporta el estudio del Instituto Guttmacher "Embarazo no planeado y aborto inseguro en Guatemala, causas y consecuencias", publicado en 2006, un programa de vigilancia de muerte materna realizado recientemente en el área metropolitana de Ciudad de Guatemala, encontró que, entre 1993 y 1996, el 10 por ciento del total de muertes entre mujeres de 15 a 49 años estaba relacionado con el embarazo o el parto.

Del total de esas muertes, 25 por ciento fue debido a infección y, de ellas, 32 por ciento estaba asociado al aborto inducido o espontáneo, algo que no ha variado mucho al día de hoy, confirma Edwin Rodríguez, asesor del Ministerio de Salud.

Este conjunto de indicadores lleva al otro tema fundamental dentro de la salud reproductiva: el aborto. Guatemala registra una tasa de 65.000 abortos ilegales al año, y en ese mismo período 70 mujeres mueren por prácticas de interrupción inseguras.

La religión influye, a juicio de María Eugenia Villareal, de ECPAT-Guatemala, porque este es un país donde el 50 por ciento de la población se reconoce católica, 40 por ciento como cristiano-evangélica y el 10 por ciento restante se divide en otras prácticas religiosas.

Edilzar Castro, de la Asociación Pro Bienestar de la Familia (APROFAM), comenta que, en la actualidad, una proporción mayor de mujeres usa algún tipo de anticonceptivo en comparación con 15 años atrás, pero la brecha entre los hijos nacidos y los deseados no se ha frenado.

Castro comenta que esto se debe a que los patrones culturales no permiten a la mujer expresar el deseo de tener determinado número de hijos. Principalmente en el área indígena, donde los anticonceptivos son mal vistos porque los hombres los vinculan a la infidelidad.

En este país el Ministerio de Salud y Asistencia Social ha planteado que el rango de edad fértil es entre los 15 a 54 años; sin embargo, aquí se empieza a tener hijos desde los 10 años.

Alma Chacón, defensora de los derechos reproductivos de las mujeres, considera urgente promover la contra concepción de emergencia.

"Pero que la mujer se esterilice en las regiones indígenas significa para sus maridos una muestra de infidelidad", destaca Castro, de APROFAM. "Y también acudir con un médico para colocarse un método intrauterino atenta contra su reputación", precisa José Israel Contreras, ginecólogo especialista en cáncer de mama, quien laboró en el departamento de salud sexual y reproductiva del Ministerio de Salud.

En su informe presentado en enero de 2011, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos relacionado con Guatemala manifestó preocupación por el número de partos de niñas entre 10 y 14 años de edad, que en 2010 se elevó a 1.086 casos más.

En su informe señala, además, que no se ha cumplido la recomendación del Comité de Derechos Humanos de tomar medidas para garantizar el derecho a la vida de las embarazadas que deciden interrumpir su embarazo.

El estudio de línea basal de mortalidad materna realizado por el Ministerio de Salud Pública muestra que el aborto inseguro es un factor que contribuye a la mortalidad materna.

Y prevé que 10 de cada 1.000 mujeres en edad reproductiva serán atendidas cada año en las instituciones de salud oficiales por complicaciones relacionadas con el aborto inducido o espontáneo.

En cuanto al estatus laboral, 32 por ciento de las mujeres que practican un aborto son estudiantes, 26 por ciento son amas de casa y 25 por ciento clasifica como otras trabajadoras.

Para Rodríguez, del Programa de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud, sigue siendo inconcebible que, a tres años de tratar de cumplir las metas del Milenio para reducir los índices de mortalidad de 153 a 55 fallecimientos, aún cinco de cada 10 madres pierdan la vida en el hogar, y cuatro de cada 10 dejen de existir en un hospital o clínica por intentar tener un hijo.

 

RECUADRO

Situación general de las guatemaltecas

 

En Guatemala, más del 52 por ciento de sus 14 millones de habitantes son mujeres, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística. Eso significa que por cada 100 mujeres hay 95 hombres.

En este país de América Central, dos de cada tres guatemaltecas son analfabetas, señalan datos del ministerio de Educación.

La Oficina Panamericana de la Salud, en su informe "Estrategia de Cooperación con el País 2006-2010", estipula que el cáncer cérvico uterino es uno de los principales males que arrebata la vida a las mujeres en este país.

La doctora Silvia Palma, viceministra de hospitales nacionales, destaca que al menos 12 casos de cáncer de cérvix se diagnostican a diario en Guatemala.

El Ministerio de Salud señala que los principales problemas de salud en la mujer son de índole sexual y reproductiva y que la prevalencia del VIH entre las de 15 y 24 años de edad es de 0,46 por cada 100.000 mujeres.

En el tema laboral, el Ministerio de Trabajo reporta que 30 por ciento de la fuerza laboral en Guatemala son mujeres, en total cuatro millones 260.000 guatemaltecas.

La Fiscalía de la Mujer del Ministerio Público denunció que en 2010 se presentaron 17.000 denuncias de violencia contra la mujer.

En cuanto a niveles de representación política a nivel nacional, no hay una sola mujer dirigiendo los Ministerios de Estado, solo ocho diputadas ocupan una curul de las 158 existentes, y siete de los 22 cargos para gobernadores los ocupan mujeres, de acuerdo con el Tribunal Supremo Electoral.

El gobierno de Guatemala no ha aprobado el Proyecto de la Ley Electoral y de Partidos Políticos, donde se establecen las cuotas de participación para las mujeres; la Ley contra el Acoso Sexual; los cambios en los códigos Penal y Procesal Penal, que contemplan actualmente, entre otros aspectos, la exención de la responsabilidad penal del agresor si contrae matrimonio con la agredida después de una violación, o si resuelve bajo el pago de cantidades ínfimas su responsabilidad legal. Tampoco la Ley de Consejos de Desarrollo, que constituye un ámbito de gran importancia para que participen las mujeres en el poder local.

 

Fuente: ADITAL - SEMlac - Guatemala - ALBA TREJO - 23/08/11 -

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