En el 8 de Marzo, una evocación muy personal.

Publicado en por Los Derechos de las Mujeres

Cierto es que no es necesario esperar para evocar a una persona, una fecha en particular. El recuerdo es permanente, pero en esta ocasión nunca tan bien incluída esta evocación en la conmemoración del "Día Internacional de la Mujer" ego.jpg                
Generalmente cuándo decimos MUJER, nos remitimos a la figura de la MADRE. Y en este caso, las dos se funden en una sola persona.

Esta Madre-Mujer cuándo tiene que resumir su objetivo de vida, dice: "Si uno se traza una meta y lucha, seguro que lo va a conseguir. Con anhelo, con sacrificio y tesón, la lucha dá resultado positivo. Esa fué mi vida y sigue siendo mi trayectoria".

A pesar de todas las terribles situaciones que ha vivido, la perseverancia, el ímpetu y su compromiso de MADRE que relegando su propio dolor, nos enseña que de nada sirve la venganza y el odio, que como humanas  y humanos debemos renacer en la práctica de la solidaridad, el amor y la defensa de los Derechos Humanos.
Su casa es casi un santuario, llena de recuerdos y regalos de quienes la conocen y la quieren, fotos, dibujos, cartas de agradecimiento, plantas, libros, recortes de diarios; todo se mezcla en un ambiente tranquilo y luminoso, que se vuelve cálido con su presencia y con su voz. Su lucha silenciosa y permanente no es en vano.
Cuándo le preguntan por su tenacidad dice: "Estoy y voy a estar toda la vida que me quede, en todos los lugares donde exista la injusticia, la discriminación y la violación de los Derechos Humanos, acompañando al otro y peleando por sus reivindicaciones. El pañuelo blanco y el título de Madre de Desaparecidos que nos dieron los militares, nó me lo puede sacar nadie. Está grabado a fuego". 
Este ejemplo de vida de una MUJER admirable que sobreponiéndose a la desaparición de su hija, y que como MADRE despúes de padecer el interminable calvario de su infructuosa búsqueda, de todas las persecuciones y avasallamientos que soportó en su existencia; transforma el dolor en amor, la desesperación en esperanza, la injusticia en derechos, la discriminación en igualdad y el repudio en inclusión; merece nuestro respeto y reconocimiento.
Es mi MADRE del amor, tengo el orgullo de ser su amiga, y no podía dejar pasar esta conmemoración para darle con mayúsculas el apelativo de MUJER; aunque su nombre es HERMINIA SEVERINI.  Este recuerdo también es para  Adriana, su hija desaparecida.
¡ Querida Madre! Con todo mi amor y mi respeto, te abrazo sobre mi corazón y también sobre el corazón de todas y todos los que reciben tu cariño, tu ayuda y tus fuerzas.

¡ HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!  Besos de Susana Giosa

Etiquetado en Historia de Mujeres

Para estar informado de los últimos artículos, suscríbase:
Comentar este post